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viernes, 26 de septiembre de 2014

Egipto: Leyenda y literatura.

¡Buenos días Lecturalizados!

¡Hoy os traigo un post con sorpresa! Vamos a hablar de dos palabras que han ido unidas durante siglos: Egipto y literatura.

Egipto es tierra de leyendas, de guerras, de conspiraciones y sobretodo de misterios. Quizás sea de las civilizaciones que más pasiones despierta por todo el misticismo que durante siglos le ha rodeado. Su historia es la base de muchas otras civilizaciones que surgieron posteriormente. Sus avances médicos, matemáticos, su cultura y sobretodo sus avances tecnológicos así como arquitectónicos han sido los puntos álgidos de unas gentes adelantadas a su tiempo.

Así pues la literatura ha encontrado en Egipto un compañero ideal de aventuras, ya sea ambientadas en la actualidad o en el periodo faraónico. Son muchos los autores que se dejan llevar por la historia para crear sus propias aventuras, algunos de ellos haciendo magníficos trabajos de documentación y recopilación de datos.

Quizás uno de los autores más conocidos a nivel mundial sea Christian Jacq. Egiptólogo, masón y todo un experto en la época de Ramsés II, sabe mezclar sus conocimientos sobre la antigua cultura egipcia así como integrar detalles fantásticos que amenicen y den un sentido menos diplomático a sus novelas. Sus historias son todo un mar de sabiduría para aquellos apasionados de la cultura egipcia a nivel amateur. Sus obras más conocidas son: El juez de Egipto y la Saga de Ramsés.

Si hablamos de autores nacidos bajo el Nilo, tenemos a Naguib Mahfuz. Premio Nobel de literatura en 1988 y con una amplia trayectoria en el mundo de la literatura. Pero no sólo se dedicó a escribir novela, sino que también ha participado en la redacción de guiones para algunas películas. Su pasión por la literatura medieval y árabe le llevaron con el tiempo a desarrollar novelas históricas con un amplio conocimiento sobre cada época citada. Sus obras más famosas son: Trilogía El Cairo.

Por último, a nivel nacional tenemos al gran Terenci Moix. Escritor y amante de la historia egipcia, se dio a conocer gracias al premio Planeta por su obra "No digas que fue un sueño" convirtiéndose en uno de los autores españoles más leídos. Su pasión por el antiguo Egipto le llevó a escribir diferentes novelas ambientadas en dicha civilización, mezclando fantasía y hechos históricos para conseguir atraer en ellas a un lector ávido de conocimientos.

Aunque para mí, estos autores sean un referente claro en las novelas sobre el antiguo Egipto, no podemos olvidar a otros como: Pauline Gedge, José Ignacio Velasco o Antonio Cabanas, de quien os hablaré próximamente gracias a su novela "El ladrón de Tumbas".

Por último os traigo la sorpresa de la que os hablé al principio del post. Para celebrar que Lecturalízate cumple un año próximamente, hoy vamos a sortear una novela de la que también os hablaré muy pronto y que viene ligada a todo lo que hemos comentado anteriormente: El arpista ciego de Terenci Moix.


Tenéis que seguir un paso para poder entrar en el sorteo (sólo a nivel peninsular):

- Ser seguidores del blog o la página de Facebook.

El plazo se cerrará el 31 de Octubre a las 24:00, día en el que Lecturalízate cumple un años.

¡Os animo a todos a participar!

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Las cuatro llaves

¡Buenos días Lecturalizados!

Hoy os traigo un libro muy especial: Las cuatro llaves de Denise Marek y Sharon Quirt.

Lo encontré casi por casualidad en la Casa del Libro de Valencia, buscando un libro sobre mitología apareció traspapelado en una de las estanterías. Me llamó la atención desde el momento que vi la portada, así que no pude evitar comprarlo.

¿De qué nos habla el pequeño libro? ¿Cuáles son las cuatro llaves que debemos abrir? 

Denise y Sharon nos presentan cuatro claves fundamentales para el desarrollo interior y espiritual, con una teoría sencilla y muy bien escrita, además de unos ejercicios complementarios para practicar aquellas fases que se nos atragantan.

Es un libro lleno de sabiduría, con un profundo sentido del Ser y de nuestro Yo más íntimo.

Las cuatro llaves que nos muestran son: Concienciación, aceptación, perdón y libertad. Cada una de ellas nos abre un aspecto de nuestra vida que debemos de trabajar y en algunos casos, modificar.

La concienciación nos habla de de nuestro Yo interior, aquel que sustituimos por el Ego, el que fabricamos durante años, tanto nosotros como todo lo que nos rodea: Familia, sociedad, religión, educación...Y que se hace un hueco en nuestra mente para aprender a manipularnos sin dejarnos ser quien en realidad somos por nacimiento.

La aceptación como la propia palabra indica nos habla de aceptar, pero no sólo a nosotros mismos sino también a aquellos que nos rodean. Tanto de su aspecto físico como de su comportamiento con nosotros o con quienes nos rodean.

Con el perdón aprendemos a reconciliarnos con nosotros mismos y con todas las experiencias que nos han hecho ser como somos actualmente. Perdonar a personas y situaciones nos equilibra y nos hace de nuevo aceptar la vida tal y como es.

Por último tenemos la libertad, la última llave que debemos trabajar. Con ella exploraremos quiénes somos realmente y qué queremos en nuestra vida. Sin condicionantes, sin excusas, sin opiniones externas.

Con todas estas llaves podremos reencontrarnos con nosotros mismos y volver a ilusionarnos por proyectos perdidos en el tiempo, sentirnos felices, plenos y reconciliados con nuestra vida. En tan sólo 160 páginas podremos profundizar sobre nuestro propio potencial y eliminar los conflictos internos que hemos ido creando durante nuestra vida.

Lo recomiendo para todo tipo de gente, tanto para aquellos que pueden estar pasando malos momentos como para los que no, ya que es un libro de crecimiento personal que ayuda de forma espiritual.

lunes, 15 de septiembre de 2014

El último tren

¡Buenos días Lecturalizados!

¿Qué tal la vuelta a la rutina? Espero que con muchas lecturas interesantes en el tintero.

Hoy os traigo un micro que escribí hace algunos meses. Espero que os guste y os inspire.


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El último tren

Lanzó una última mirada fugaz y giró la esquina. El “Adiós” se quedó en un susurro quebrado que se llevó
el viento, aquel viento invernal que no terminaba de marcharse pese a que ya florecían las primeras 
margaritas. Sabía que la buscarían, y quizás entonces tendría que brotar de sus labios aquel “Adiós” tan temido y doloroso. Mientras tanto, ella pensaría en la vida que siempre deseó tener, aquella vida que le arrebataron el día que la vistieron de blanco.


Miró el reloj y corrió calle abajo, hacia la estación de tren. Allí estaba ella. Le pareció la mujer más bella del mundo. Sonrieron al verse y subieron al tren, el último de aquel día. ¿Destino? No le importaba si estaba junto a ella. Se acurrucaron contra el asiento mientras comenzaba el leve movimiento de arranque.
- Adiós – Susurró.