¡Buenas tardes Lecturalizados!
¡Por fin tenemos la feria del libro de vuelta a Valencia! Pero hoy no vengo a hablaros de ella sino de mi última novela leída. Hoy en día podemos casi calificarla ya como un clásico, os hablo de
"El Alquimista" de Paulo Coelho.
Aunque se la pueda calificar así, sinceramente creo que de clásico poco.
En resumen: mediocre y simple. Quizás sea ese el objetivo del autor, pero después de ser un título bastante afamado, me ha dejado un amargo sabor de boca.
La novela nos narra la historia de Santiago, un pastor español que decide dejar sus ovejas para cruzar el desierto y llegar a Egipto, tras la promesa de un rey, las visiones de una gitana y el recuerdo confuso de un sueño en el que vislumbra las famosas pirámides.
En primer lugar
la trama es tremendamente simple, repetitiva en acciones y situaciones. Se citan lugares maravillosos, con paisajes y gentes maravillosas sin profundizar en ellos.
Los personajes son sencillos a más no poder y poco aportan a la novela.
El protagonista es el único personaje con algunos matices buenos. Con un aire de soñador romántico aunque poco creíble. Además de que todos aquellos que le acompañan poco aportan a su viaje y se quedan en el camino sin pena ni gloria.
El lenguaje es tremendamente anodino, aunque en ese aspecto creo que el autor así lo crea para facilitar todavía más una lectura simple y rápida. Pero esta falta de vocabulario y de profundizaciones hace que el libro pierda calidad literaria.
La novela no deja de ser un
libro de autoayuda bastante mediocre y con pautas de una filosofía barata y
"cogida por los pelos". En conclusión, creo que hay autores e historias mucho más comprometidas para ayudar en los momentos difíciles. Hay que saber también, distinguir entre una novela de autoayuda y otra de
ámbito espiritual. Pueden ser semejantes pero con trasfondos diferentes.
Las novelas de autoayuda no hacen más que repetir que debes seguir tus sueños y las novelas sobre espiritualidad te dicen que los sueños están a tu alcance. Las primeras te impulsan y las segundas lo dan por hecho.
Sin poder decir mucho más.
Decepcionada, creo que tiene más marketing que calidad literaria o filosófica.
